“Solo un kilogramo de carne de res requiere 25 kg de alimento, 20.000 litros de agua y produce 22 kg de gases de efecto invernadero”.
Esta mascarilla para vacas podría reducir hasta en un 60% sus emisiones de metano a la atmósfera.
Hoy en día, consumimos más de 50.000 millones de kilos de carne de res anualmente en todo el mundo y la demanda sigue aumentando. El impacto ambiental y animal que esto supone es enorme y, con ello en mente, nace Redefine Meat.
“Solo un kilogramo de carne de res requiere 25 kg de alimento, 20.000 litros de agua y produce 22 kg de gases de efecto invernadero”, dicen en su página web. ¿Su solución? Imprimir ‘carne’ en 3D y conseguir sustituir el alimento original por una “carne libre de animales con la misma apariencia, textura y sabor de la carne animal, a partir de ingredientes naturales y sostenibles”.
El impacto medioambiental de esta ‘plant-based meat’ es un 95% menor, aseguran, y no contiene colesterol. Además es más asequible que la carne animal. El mercado mundial de alternativas cárnicas es “el segmento de más rápido crecimiento de la industria alimentaria” y se espera que alcance los 140.000 millones de dólares anuales para 2030.
La compañía quiere vender impresoras a los restaurantes, según informa Fast Company, y las recetas digitales se pueden adaptar: “Podemos usar un modelo 3D de un producto cárnico completamente diferente con la misma máquina, proceso e ingredientes, mientras que las tecnologías tradicionales de producción de alimentos tienen que cambiar formulaciones enteras. También podemos repetir un filete para que sea más suave, más duro, más jugoso con menos grasa y mucho más, todo con un simple clic de un botón”, afirma al medio el cofundador y CEO Eshchar Ben-Shitrit.
Este filete alternativo, hecho a base de plantas, “ya es competitivo con filetes de alta gama”, subraya su creador, y en el futuro será “más asequible”. La startup comenzará a probar las impresoras 3D en los restaurantes a finales de este año, y luego planea aumentar la producción para su distribución en 2021.
El principal reto es que el filete es “el símbolo más fuerte y significativo” de lo que es ‘carne’ y “no solo tiene una estructura, textura y sabor muy únicos”, sino que desde una perspectiva culinaria no tiene pan o muchos elementos de cobertura para enmascarar la experiencia sensorial -como las hamburguesas-, generalmente se cocina de manera muy simple.