Philips se deshace de su negocio de televisores y no va a ser el único. La compañía holandesa no ha podido hacer frente a la agresiva competencia asiática de marcas como Samsung y LG y tira la toalla antes de que la cosa se ponga peor, como ya hizo en 2006 con su división de móviles.
El abandono de Philips se produce en forma de transferencia del negocio de televisores a la compañía china TPV, participan al 70% por TPV y al 30% por Philips, para seguir vendiendo televisores.